El Mirador de la Fragua

Todo un museo escultórico al aire libre es el pueblo con catorce enclaves de insólitas figuras comenzando por el tótem indio a la entrada del pueblo. Su iglesia de Santo Tomás es románica, del s. XII, aunque con reformas, especialmente su sacristía del s. XVIII. En el ábside hay algunos canecillos románicos curiosos y el retablo mayor es del s. XVIII. Hay que destacar igualmente el Vía Crucis pétreo instalado en 1787 y que enlaza la parroquia con la ermita de San Mateo que es de mampostería. Junto a la iglesia sobresale la antigua casa rectoral. Por otra parte el pueblo conserva diversas casas con arquitectura tradicional, algunas con doble dintel. Cerca se encuentra un campo de golf de dieciocho hoyos. El monte de Valonsadero igualmente se encuentra próximo. Como fiesta tradicional hay que reseñar la Luminaria del sábado más próximo a San Antón.